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El pulque entre la tradición y la modernidad

Domus Vinum | 25/06/2024 | Gelmin González
El pulque es una bebida tradicional mexicana, fermentada y de baja graduación alcohólica, hecha a partir del aguamiel extraído del maguey. Su historia se remonta a tiempos prehispánicos, cuando era considerada una bebida sagrada, consumida en ceremonias religiosas y reservada para ciertos miembros de la sociedad, como sacerdotes y ancianos.
La elaboración del pulque comienza con la recolección del aguamiel, un líquido dulce que se obtiene raspando el corazón del maguey. Este proceso, conocido como “raspado”, se realiza varias veces al día durante un periodo de hasta seis meses. El aguamiel recolectado se fermenta de forma natural en grandes recipientes, resultando en una bebida espesa y ligeramente espumosa, con un sabor agridulce.
Tradicionalmente, el pulque se consumía en “pulquerías”, establecimientos dedicados a su venta y disfrute. Aunque su popularidad disminuyó durante el siglo XX debido a la competencia de otras bebidas alcohólicas y prejuicios sociales, en años recientes ha experimentado un resurgimiento, especialmente en zonas urbanas, donde es apreciado tanto por su valor cultural como por sus propiedades nutritivas.
El pulque es valorado por su sabor único y por sus beneficios para la salud. Es rico en probióticos, que favorecen la salud intestinal, y contiene vitaminas del grupo B, además de minerales como el hierro y el calcio. Estas cualidades lo han posicionado como una opción atractiva para quienes buscan alternativas naturales y tradicionales a las bebidas comerciales.
El resurgimiento del pulque también ha impulsado el turismo rural, con visitantes interesados en conocer el proceso de elaboración y la historia de esta bebida milenaria. Ferias y festivales dedicados al pulque se llevan a cabo en varias regiones de México, celebrando su legado y promoviendo su consumo responsable.