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El maridaje perfecto de la cocina a las brasas

Domus Vinum | 21/05/2024 | Gelmin González
La cocina a las brasas es una técnica culinaria ancestral que realza los sabores naturales de los alimentos mediante la cocción directa sobre fuego o brasas de carbón. Este método impone un sello ahumado y caramelizado a carnes, pescados, verduras y frutas, además ofrece una experiencia culinaria rica y multifacética que conecta con nuestros sentidos más primarios.
El primer paso para una cocina a las brasas exitosa es la elección del combustible. La madera dura como el roble, la encina o el mezquite, y el carbón de calidad son ideales para generar brasas consistentes y duraderas que aseguran una cocción uniforme y un sabor distintivo. Las carnes, en particular, se benefician de este tipo de cocción, obteniendo una textura jugosa y un exterior crujiente.
Para maridar los alimentos cocinados a las brasas, es esencial considerar el tipo de plato. Las carnes rojas, como el costillar de res, maridan excepcionalmente bien con vinos tintos robustos, como un Malbec argentino o un Cabernet Sauvignon chileno. Estos vinos complementan y equilibran la intensidad y el ahumado de la carne.
El pescado a las brasas, por su parte, se empareja mejor con vinos blancos secos y frescos, como un Sauvignon Blanc o un Albariño. Estos vinos resaltan los sabores del pescado sin opacarlos. Para los mariscos, un Chardonnay con ligera barrica puede añadir una capa de complejidad sin ser abrumador.
Las verduras y frutas a las brasas, como pimientos, espárragos o piñas, encuentran un compañero ideal en vinos blancos aromáticos y frutales, como un Riesling o un Gewürztraminer. La dulzura natural y la acidez de estos vinos realzan los sabores caramelizados de las brasas.
Además de los vinos, las cervezas artesanales también pueden ser un excelente maridaje. Una IPA con su amargor pronunciado puede cortar la grasa de las carnes, mientras que una cerveza lager o una witbier ligera puede complementar pescados y verduras sin eclipsarlos.
La cocina a las brasas, cuando se marida adecuadamente, ofrece una experiencia gastronómica completa y memorable que destaca la riqueza de sabores naturales y el arte del buen comer.