¿Cómo se clasifican los vinos?

Aunque no lo parezca, la clasificación del vino tiene un gran número de variantes, por lo que puede resultar complejo conocer a fondo el tipo de bebida que estás a punto de degustar. Aquí te decimos cómo se etiqueta este licor.

Los diferentes tipos de vino se clasifican a partir de diversas características como la forma en la que se elaboran, el color, la edad, las cepas o el nivel de azúcar empleado.

Las variantes típicas de esta bebida, y las más conocidas, son: vino tinto, blanco, rosado y espumante.

Del vino tinto destaca que su elaboración se basa en la mezcla de la fermentación de uvas tintas, de color intenso, que envejecen en barricas o en botellas. De esta variante se pueden obtener vinos jóvenes, de crianza, reserva o gran reserva, además se pueden elaborar a partir de maceración o a través de la fermentación de levaduras.

Por otra parte, el vino blanco es producido a partir de uvas blancas y comúnmente tienen variantes jóvenes, de barrica y generosas en crianza. El sabor de estos es fresco, ligero, afrutado y floral.

El tercero más conocido es el vino rosado, caracterizado por ser versátil y útil para acompañar distintas recetas, es una de las variantes más elegantes y agradables al paladar.

Por último, los vinos espumosos son aquellos que cuentan gas disuelto, son burbujeantes y suelen variar entre sabores dulces o amargos.

Si bien estos son los tipos más famosos y comunes, existen vinos que se clasifican a partir de la cepa de la uva, por ejemplo: Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir, Sauvignon Blanc, Chardonnay, entre otros.

También el nivel de azúcar influye en la clasificación de esta bebida, en esta rama se pueden dividir por vinos secos, semisecos, semidulces o dulces.