¿Cómo prevenir la obesidad?

La obesidad es un problema de salud creciente en muchas partes del mundo y prevenirla es fundamental para mantener una vida saludable. Afortunadamente, hay medidas que se pueden tomar para evitar su aparición y también formas de detectar si estamos acercándonos a niveles no saludables de índice de masa corporal (IMC).

La prevención de la obesidad comienza con una alimentación equilibrada y una vida activa. Es esencial consumir una variedad de alimentos nutritivos, como frutas, verduras, proteínas magras y granos integrales, y limitar la ingesta de alimentos procesados y azúcares refinados. Además, es importante mantenerse físicamente activo. Realizar ejercicio regularmente, como caminar, correr o practicar deportes, ayuda a mantener un peso saludable y a fortalecer el sistema cardiovascular.

Es necesario prestar atención a las señales que nuestro cuerpo nos envía cuando nuestros índices de masa corporal están cerca de niveles peligrosos. Una de las formas más comunes de medirlo es a través del IMC, que se calcula dividiendo el peso en kilogramos entre la altura en metros al cuadrado. Un IMC entre 18.5 y 24.9 se considera saludable, mientras que un IMC por encima de 30 se considera obesidad.

Además del IMC, es importante prestar atención a otros síntomas físicos y emocionales. Aumento de peso significativo, dificultad para realizar actividades diarias, falta de energía, respiración dificultosa y cambios en el estado de ánimo pueden indicar un problema de obesidad o un aumento de peso no saludable.

Si se sospecha que se está superando el IMC recomendado o se presentan los síntomas mencionados, es fundamental buscar ayuda médica. Un profesional de la salud, como un médico o un nutricionista, puede evaluar la situación y brindar orientación personalizada. Ellos podrán proporcionar un plan de alimentación adecuado, recomendar ejercicios específicos y ofrecer apoyo emocional para ayudar a prevenir o tratar la obesidad.